Seguro que hay estadísticas que muestran que un gran porcentaje de blogs se cierran o abandonan después de los primeros posts; que otros lo hacen a los pocos meses y una minoría logra mantenerse con el paso del tiempo.
No sé en qué columna acabará este blog, que por lo menos cumplirá su día cero, hoy.
Porqué Cuarta Guerra Mundial? Hace unos cuantos años decidí aventurarme con otra carrera, la de Historia, que finalmente abandoné por las dificultades de compaginarla con el trabajo y por el cabreo que me producía encontrarme con algunas cosas en los libros. Algunos caraduras no se habían molestado en cambiar el manual en 12 años y había que aprender que los dos sistemas que dominan el mundo son el capitalista y el soviético. La pereza intelectual casi se presupone en un enseñante de nuestro sistema educativo, pero la pereza laboral y la tomadura de pelo se me hicieron insoportables.
Con los escasos conocimientos que tenía al comenzar esa fallida aventura, sí que tenía claro por dónde iría mi tesis, estaría centrada en la guerra fría e intentaría demostrar que de fría tuvo poco y que su extensión fue global. Fué, por lo tanto, una guerra mundial en toda regla, y la tercera en orden cronológico.
Estamos en guerra nuevamente, ahora. Si es que alguna vez dejamos de hacerlo. Y esta se juega en todo el mundo, y en multitud de frentes, en la vanguardia, en la retaguardia y en los medios. De ahí el nombre de este blog. Para mi ha llegado el momento de entrar en combate. No con las armas, por supuesto, no soy soldado, pero sí guerrero.
No sé cuánto durará este blog ni el uso que sabré darle. Creo que por lo menos servirá para poner un orden en mis propias ideas y algunas veces como un grito, aunque sea en el desierto, ante lo que se oye machaconamente a todas horas y en todas partes. Decidí, hace ya un tiempo, no quedarme callado en las conversaciones a las que asistía, que muchas veces se asemejaban más a un monólogo por varias bocas. Nunca me importó estar en minoría, aunque alzar la voz supusiera terminar en discusiones, generalmente educadas e interesantes, que casi nunca llevan a ningún lado. Con el tiempo algunas ideas mias, superficiales o de fondo, han cambiado y he discutido con la misma gente desde diferentes posiciones, pero siempre han sido las mismas respuestas los mismos planteamientos inamovibles lo que he encontrado. He llegado incluso a plantearme qué me faltaba por saber para tener las certezas que tiene la mayoría y acabé comprendiendo que las certezas son mucho más cómodas, que no exigen esfuerzo alguno.
Intentaré no guiarme por la corrección política y agracezco de antemano la presencia de cualquier lector que pase por aquí, así como las participaciones, sean del signo que sean y no importa el tono que se escoja para expresarse.